¿A QUÉ TIENES MIEDO?
Cuando hablamos de miedos podemos mirar hacia tantos escenarios como podamos imaginar o más.
Tengo miedo a:
- a volar
- la vida
- la muerte
- los insectos
- ser feliz
- al amor
- equivocarme
- fracasar
- al miedo
- conducir
- sentir miedo
- sufrir
- hablar en público
- tener éxito
Y podríamos seguir construyendo esta lista todo lo que queramos. Depende de la persona, de sus circunstancias y de su momento de vida, la irá completando o modificando según quien sea en ese momento.
El miedo es una emoción más, como la alegría, la sorpresa, la rabia…y tiene su emoción dual. Incluso a la pregunta, «¿qué es lo opuesto al miedo para ti?» puede que encontremos variedad de respuestas. Lo importante es qué significa el miedo para ti.
Puede ser que veamos la confianza, la valentía, la seguridad como aspectos extremos al miedo. Sea como sea, simplemente obsérvalos como dos puntos extremos de un mismo hilo y verás que no existe MAL en el miedo en su justa medida. Como he oído en más de una ocasión, el miedo en su justa medida se llama prudencia.
¿Qué hacemos con el miedo?
Lo único que necesitamos es tomar consciencia que aparece y que nosotros decidimos qué poder le damos.
Cambiemos la estrategia para que los miedos no te paralicen sino que te ayuden a ganar poder, tomar acción y avanzar.
¿El miedo paraliza?
En muchas de las ocasiones sentimos que el miedo nos paraliza de tal manera que comenzamos a sentir emociones que no nos gustan: desagrado, frustación, ansiedad, estrés, negatividad. Y aún así, siendo conscientes que estas emociones son negativas para nosotros, ¿por qué nos cuenta tanto salir de esta rueda?
A lo largo de la historia el miedo ha sido necesario para la supervivencia. Esa atenta mirada hacia lo que puediera poner en riesgo la estabilidad o supervivencia de la familia, se convertía en una alerta que se activaba solo cuando se sentía la amenaza. Sin embargo, esta activación no era de parálisis, sino de toma de acción para neutralizar ese peligro.
¿Por qué no usar los miedos que se nos generan para ganar poder y avanzar?
¿De dónde vienen los miedos?
Esta pregunta es mucho más amplia. Desde un punto de vista histórico los miedos han estado presentes como garantía de supervivencia. Así que para mí las preguntas serían:
¿EN QUÉ MOMENTO EL MIEDO TE COMENZÓ A PARALIZAR?
¿EN QUÉ MOMENTOS ESTE MIEDO TE PARALIZA ALEJÁNDOTE DE LA ACCIÓN?
¿DESDE CUÁNDO SIENTES MIEDO?
La respuesta a este tipo de preguntas puede darte luz para comenzar a trabajar en tus miedos. Enfocarás el trabajo de forma diferente si sientes que toda tu vida ha sido así, a si por el contrario, asocias el comienzo de este bloqueo con alguna circunstancia concreta.
En todo caso, el poder y la llave la tienes tú.
En el proceso de desbloquear tus temores podrás descubrir inseguridades generadas por traumas, por condiciones sociales o culturales, por tu sistema de creencias, por patrones generacionales. Sea cual sea el origen, todos ellos pueden transformarse en poder, en sabiduría, crecimiento y avance hacia tu bienestar mental, físico y emocional.
Entrar en contacto con los miedos te acerca a la felicidad.
Piensa en la sensación al montar en una montaña rusa, al subir en una noria o a un teleférico. ¿Has oído hablar a la gente que experimenta el salto al vacío, el puenting, el parapente o incluso conducir a gran velocidad?
¿Cómo puede ser que situaciones que riesgo que nos genera inicialmente emociones de vértigo nos aporten al final tanto placer?
El miedo es una emoción que nos activa, que pone en marcha mecanismos en nuestro organismo para que actuemos alejándonos de situaciones peligrosas. Esta reacción, a veces impulsiva, nos lleva a la exploración de opciones, acciones y visiones que hasta ese momento no habíamos contemplado.
Nuestro cuerpo experimenta un subidón de energía que nos hace estar alerta. Este subidón que podemos expresar como un nudo en la gargante, una punzada en el estómado e incluso un se me ha parado el corazón actúa de la misma manera que cuando vivimos situaciones placenteras.
Nuestro cerebro produce hormonas como la dopamina, endorfinas y adrenalina que también están presentes cuando vivimos momentos de placer.
En 2015, Pixar estrenó la película Intensa-Mente, un acercamiento hacia la comprensión de nuestras emociones. Como es necesario para poder reaccionar ante determinadas situaciones. Si no has podido verla o no la conoces, aquí puedes descubrir un poco de la misma.
¿Cómo gestionar el miedo?
Antes que nada lo primero que has de tener claro es:
¿Realmente quiero acercarme a mis miedos?
Si respondes con sinceridad y desde el corazón puede incluso que descubras que sentir miedo te da tanta seguridad que no quieres dejar de sentirlos o que te da miedo dejar de sentir miedo.
Sin embargo, no se trata de dejar de sentir. Ya sabemos que esta emoción es necesaria para abrir nuevas puertas en determinadas situaciones. La clave está en decidir, ¿cuánto poder le quieres dar a esta emoción?
Una vez que decidas iniciar el camino es importante conocer el origen de los mismos. Y prácticamente con esto ya tienes el camino casi hecho.
Existen multitud de herramientas como mantras, meditaciones, anclas, regresiones, reiki, constelaciones, lecturas, videos, etc…que pueden ayudarte a gestionar la intensidad de tus temores. Lo más importante es que des con aquella que te aporte la sintonía, la armonía y el bienestar para seguir trabajando con el miedo desde la comprensión y el amor.
Puede ser incluso que los mantras te sirvan en determinadas situaciones y en otras no. Pues perfecto. Lo más importante es tomar consciencia, fluir con el movimiento, recibir con amor todo lo que sucede y tener claro hacia dónde quieres ir. Solo aquí sucede la magia.