Hace tiempo que no me sentaba a escribir y compartir contigo alguna de mis reflexiones. Recientemente he estado por Gran Canaria impartiendo un taller titulado «El Arte de Conocerte, Mímate Bonito» del que regreso muy feliz por todo lo generado.
Me satisface y estoy enormemente agradecida por poder disfrutar de espacios como estos en los que el bienestar, la consciencia y coherencia son el motor de vida. Así que mi reflexión de hoy para una de las actividades que realizamos y que me parece es de las más bellas que he experimentado.
El lenguaje de la mirada
Esto es lo que sucede cuando mantienes la mirada durante cuatro minutos.
Recuerdo que la primera vez que vi este vídeo me fascinó, no solo por la emoción que transmite sino por la puerta que abre hacia un nuevo lenguaje; sin filtros, sin condiciones, solo unos ojos que se miran cara a cara.
Uno de los participantes de este experimento, dice una de las frases más bellas que he oído:
No importa si miras a los ojos o no, solo aprovecha la oportunidad de hablar y mirar al otro.
Hay un mensaje muy profundo en esta frase, más allá de los tipos de mirada en psicología, más allá del significado de las miradas; se trata simplemente de PERMITIRTE VER Y DESCUBRIR QUÉ TIENE QUE DECIR.
EL LENGUAJE DEL ALMA
¿Has probado alguna vez a mantener la mirada con otra persona? Estoy segura que si lo has hecho habrás notado que se activan frases y pensamientos, palabras e imágenes en ti.
¿Qué haces? ¿Te retiras o te permites disfrutar y descubrir qué más hay para ti?
Reconozco que yo era de las del primer grupo. Me entraba la risa, me daba vergüenza e incluso en ocasiones me sentía realmente incómoda. Caí en la cuenta que tampoco yo me había mirado. Y no hablo de ese rato que paso ante el espejo para lavarme la cara, para maquillarme o depilarme; me hablo de ese rato compartido entre dos personas. Así que un día decidí que quién mejor compañera de juegos que yo misma, probé a MIRARME A LOS OJOS, yo conmigo, CARA A CARA, sin condiciones.
Me resultó menos fácil de lo que esperaba. Más frases y pensamientos afloraban, a veces bellos y otras, no tanto; juicios, críticas…¡un abismo! Me dí cuenta que me costaba escucharme, que me disgustaba pasar rato conmigo frente al espejo y desde luego, molaba muy pero que muy poco.
Este ejercicio me ayudó a tomar consciencia que únicamente cuando somos capaces de mirarnos cara a cara, con ojos de amor y nos permitimos ese espacio de comunicación para VERNOS más allá de los ojos físicos; cuando nos sumergimos en nuestra mirada, es entonces cuando nuestra alma habla y si la dejamos, descubriremos todo lo que tiene que decir.
MÍMATE CARA A CARA
Te invito a que descubras las frases del alma, que te sumerjas en ese instante de tiempo en el que lo único que importas ERES TÚ CONTIGO. Da gracias por esos mensajes, da gracias por ese diálogo y regálate siempre que te apetezca este rato solo para ti.
En mi blog, encontrarás unas pautas para llevar a cabo este ejercicio desde cero, poco a poco y a tu ritmo. Mímate Cara a Cara, así lo titulé y si quieres descubrirlo pincha aquí.
Te invito a descubrirte y recrearte con los ojos en el espejo, a través del lenguaje del alma y a descubrir cara a cara que todo lo que necesitas ya lo tienes.
De todo corazón, gracias por estar, gracias por ser y gracias por leerme. Un abrazo y que tengas un feliz día lleno de muchísimos colores.
