mi experiencia con la anosmia
BIENESTAR

¿Cómo recuperar el olfato y el gusto? Esta es mi historia.

Antes que nada quiero comenzar diciendo que todo lo que escribo en este post es fruto de mi experiencia, de mi realidad y de mi proceso personal. En ningún caso, pretende ser una doctrina ni una base de argumentación científica. Es tan solo mi experiencia, mi historia de cómo la pérdida del olfato y el gusto afectó a la forma en la que me relacionaba conmigo misma y con el entorno. Y como después de varios años recuperé ambos sentidos. 

perdida del gusto y el olfato

¿Qué es la anosmia?

Anosmia, que no anomia, es el término que se utiliza para designar una situación CON PÉRDIDA DE OLFATO o incluso disminución del mismo. Como ya indiqué con anterioridad, en este post me alejaré de términos médicos y profundización de la enfermedad en si misma pero, si quieres profundizar un poco más te dejo este link.

¿Cómo perdí el sentido del gusto y el olfato?

En el año 2014 sufrí una fuerte sinusitis. No era la primera vez que pasaba por este tipo de procesos, pero esa vez, algo cambió. Cuando me «recuperé«, me di cuenta algo era diferente, seguía sin percibir los olores ni los olores. Estaba en una situación plana y extremadamente desconcertada. 

¿Por qué?, ¿para qué?, ¿qué hacer?, ¿cómo hacer?…estas y todas las preguntas similares que se te puedan ocurrir pasaron por mi mente y lejos de aportarme algún tipo de respuesta, simplemente me causaban más estrés y malestar. Aquel no era el momento para darles respuesta. 

En mi caso, la pérdida del olfato y el gusto comenzó a causa de una SINUSITIS. Sin embargo, esta fue solo la primera capa, de fondo había una elemento emocional, el ESTRÉS. En una combinación perfecta, se dieron las circunstancias idóneas para que la anosmia se desarrollara por un largo tiempo. 

consecuencias de la anosmia

Mi experiencia con la pérdida del olfato y el gusto

Una vez diagnosticada la anosmia y desde esa necesidad inmediata por entender y tener una solución, comencé un recorrida por consultas, pruebas y tratamientos, que lo único que sumaban eran más y más malestar. 

Tras varias semanas e incluso meses, llegó el diagnóstico, anosmia crónica. En algunos casos, puede tratarse de una anosmia temporal, sin embargo, no sabemos en qué caso está la suya. Así que: 

Todas las exploraciones físicas Son perfectas. no podemos decirle por qué, no sabemos por cuánto tiempo, desconocemos la intensidad de la pérdida y ni tan siquiera podemos darle una garantía de curación en tiempo ni en grado. 

Y así, con esta frescura, te dicen que ni te preocupes en volver a pedir cita porque todo lo que se podía hacer, ya estaba hecho. Estaba claro que ese era mi proceso y que la respuesta tendría que venir de otro lado que no fuera el médico. Era entonces cuando comenzaba mi verdadera experiencia con la ANOSMIA: 

¿Cómo me sentía?

La palabra es SOLA. Podía compartir con la gente que más quería lo que estaba viviendo, y sé que me escuchaban, respetaban y trataban de acompañarme en el camino; sin embargo, esta experiencia no formaba parte de sus vidas.

Solo se comprende, lo que se experimenta.

¿Qué sentía?

Desconcierto, me costaba enormemente gestionar esa situación. Me encanta cocinar, los perfúmenes, las flores, la aromaterapia, y sencillamente, cómo poder disfrutar de todo eso cuando no lo sientes. 

Mi mente, comenzó a imaginar con descontrol e imaginar situaciones irreales físicamente pero totalmente reales en mi realidad. La mayoría de ellas me alejan del bienestar. Lo que no sabía, es que lo peor estaba por venir. 

La emoción no distingue entre realidad y ficción. 

mi experiencia con la anosmia

¿Cómo superé mi pérdida de olfato y gusto?

Sinceramente, no lo sé. Soy incapaz de indicar una fecha exacta ni algo concreto que hice o dejara de hacer para recuperarme. Únicamente sé, que a día de hoy estoy prácticamente recuperada manteniendo únicamente ciertas distorsiones olfativas.

Así fue mi proceso de evolución. Después de esa fase plana en la que mi capacidad olfativa y gustativa eran nulas, comencé a experimentar cambios. Volvía a percibir sensaciones con ambos sentidos, pero TOTALMENTE DISTORSIONADAS. Y no me refiero únicamente, a que el sabor que percibía era distinto al que se «suponía» que debía tener por mi memoria sensorial, es que las cosas comenzaba a APESTAR Y SABER MAL. Lo que lees, comenzaba en una fase de distorsión extrema. 

¿Te imaginas que un día te despiertas y el champú, el gel, el desodorante, tu perfume, el jabón de lavar, el suavizante, la comida, tus sábanas, las personas con las que te relacionas y TU MISMO, huelen realmente mal? Un olor que se te queda clavado en las fosas y que, aún sabiendo, que no es real, tienes que aprender a convivir con él porque de otra, es posible que te acabes chiflando.

¿Te imaginas que un día te despiertas y cuándo vas a comer descubres que hay cosas que no hueles, otras que no te desagradan pero que sabes que ese no es su sabor y otra que sencillamente, ni se te ocurre comértelas porque es posible que acabes devolviendo? ¿Eres capaz de imaginar estas dos situaciones conviviendo simultáneamente en tu día a día sin saber por cuánto tiempo ni con cuánta intensidad durarían? Pues así fue mi vida por varios años. 

La anosmia y mis relaciones sociales

Me encanta la vida social. Quedar con la gente en una terraza, en una cafetería, en casa de alguna de ellas, cualquier excusa era buena para una encuentro. Aunque ponía de mi parte por seguir formando parte de estos encuentros, la situación me era realmente complicada. ¿Cómo transmitir que podía estar bien, cómo disfrutar de esos ratos, si por dentro estaba destrozada? Cada nueva cita a la que decidía acudir, me reafirmaba que no quería estar allí, el mal olor, el mal sabor lograron gobernar mis emociones. 

La anosmia y el deporte

Está claro que la pérdida del olfato y el gusto no afecta a tu capacidad para hacer deporte. En mi caso, yo solía acudir cinco días a la semana a un gimnasio a realizar mi actividad deportiva. Si ya de por sí, una simple ducha con jabón me olían fatal, ¿te imaginas lo que sentía dentro de un espacio cerrado con más gente realizando actividad física? 

Has acertado y por eso, desde el año 2014 no he vuelto a pisar un gimnasio. Me descubrí en esta faceta y me reinventé, comencé a practicar deporte al aire libre y para ejercicios más concretos me hice mi propio rincón en casa. 

La anosmia y mi relación conmigo misma

La pérdida del olfato y el gusto ha sido un proceso largo y por mucho tiempo, realmente desagradable. Sin embargo, me ayudó a redescubrirme, reconectar con mis emociones y reinventarme para dotarme de herramientas que me ayudaran a gestionar mis emociones. 

Cuando asumí mi situación tal y como era, sin juicios, ni cargas ni expectativas, comencé a incorporar nuevas estrategias y a relacionarme con el entorno desde otro punto y, sin saber cómo ni cuándo, la recuperación se fue dando. A día de hoy, solo tengo alguna distorsión olfativa y gustativa pero que en ningún caso me impide disfrutar del momento.

La meditación y la relajación fueron incorporaciones a mi rutina constante. Los beneficios que me aportan no son solo referentes a la anosmia, es un pack completo orientado al bienestar físico, emocional y espiritual. Si quieres conocer un poco más sobre estas prácticas, pincha aquí.

Los efectos de la anosmia en mi:

  • Distorsión de los olores. Comencé poco a poco a estimular este sentido. Acudía a tiendas de colonias, al mercado, a tienda de especias y simplemente sentía. Olía y olía, hasta que ya era demasiado. A día de hoy, disfruto con cada olor que percibo y lo retengo y siento desde lo más profundo para que deje su huella en mi. 
  • Distorsión de los sabores. Combinaba, camuflaba y experimentaba. Cuando me resultaba muy dura la experiencia, sencillamente la evitaba. Al cabo de un tiempo, volvía a enfrentarme a ella. El aporte nutricional era prioritario. Creatividad, decisión y constancia. 
  • Mis relaciones sociales. Me alejé y aunque soy consciente que esta situación era muy difícil de entender y que no podía exigirles esa comprensión a los otros, me costó hacerlo. Así que desde aquí aprovecho y pido PERDÓN a todos lo que pudieran sentirse mal con mi decisión. Era mi proceso y lo hice lo mejor que supe en aquel momento. GRACIAS por haber estado.

como solucionar los gases de las legumbres Anécdotas de mi pérdida de olfato y gusto

  • Durante cuatro años he usado el mismo perfume y colonia que usé antes de tener la anosmia. 
  • Un día fui a comer con mi pareja a un restaurante de comida japonesa y nos tuvimos que marchar porque creía que se me hinchaba la lengua y me daba un ataque de alergia. Mis alergias son nulas, después descubrimos que tenía wasabi lo que había comido. ¡Menudo susto!
  • Seguí experimentando con la cocina y quería seguir disfrutando de ese momento. Un día creé una receta que en mi cabeza funcionaba realmente bien, sin embargo, cuando lo llevé a la mesa parece ser que estaba realmente malo de sabor. Yo me lo comí enterito, mi sabor era plano total. 
  • A día de hoy, huelo prácticamente todo lo que llega a mis manos. Los sabores son de una intensidad mayor y me dejo llevar por ellos.  Me impregno de cada instante generando en mi una red de huellas sensoriales maravillosas. 
  • Hasta el mal olor es un buen olor si puedes disfrutar de él. 

amor

HÁBITOS CLAVES A TENER EN CUENTA PARA TU BIENESTAR EMOCIONAL

Estimular los sentidos

La toma de consciencia es fundamental para el bienestar emocional. Ser coherente con lo que pensamos, decimos y hacemos es fundamental para conseguir ese equilibrio. El bienestar físico no está aislado del emocional, ni este del físico ni el espiritual. Tomar consciencia de todo es uno es fundamental para comenzar a tomar acción hacia el bienestar pleno. En mi libro Escúchate desde tus 6 sentidos, te doy las claves para comenzar a reconectar con tu ser. Un viaje por tus 6 sentidos desde la consciencia y la coherencia. Un regalo para el corazón.

Coherencia

La práctica de cualquier técnica que te permita entrar en contacto con tus emociones y deseos son claves para estar en armonía. Cuando uno está en incoherencia, es imposible SER FELIZ. 

Escúchate y mímate

La persona más importante de tu vida, ERES TÚ. Aleja de ti términos como orgullo, prepotencia, soberbia o egoísta. Si tú estás mal, así te relacionarás con tu entorno; si eres infeliz, infelicidad es lo único que tienes para ofrecer; si vibras en miedo, malestar, desmotivación y apatía, solo esto estará cerca de ti. 

Todo empieza y acaba en ti.

Hasta que tú no cambies, nada de lo que te sucede lo hará.

Solo desde el cambio, se produce la transformación. 

Cambia la mirada

Aunque no lo creas, todo tiene su función, su razón de ser y ya está. Deja de buscar esa comprensión inmediata de lo que sucede, de justificar e interpretar tus relaciones o acontecimientos. Cada uno de nosotros vivimos nuestra realidad, tan válida y perfecta como la del otro. Vivir de esta comprensión, amor y respeto te darán otra visión más ligera de cada acontecimiento. 

Lo real es solo una cuestión de percepción. 

Disfruta, siente, vibra y emociónate con cada cosa.

Este momento es único, ¿cómo vas a vivirlo?

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