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Libérate de las etiquetas

Desde que somos niños recibimos etiquetas en casa, en el colegio o en la calle sin ser totalmente conscientes del gran poder que tienen sobre nuestra vida. Este artículo es una invitación a tomar consciencia y a  liberarte del poder que las etiquetas pueden tener sobre ti.

Punto de partida: ¿lo ves?

Bueno o malo, correcto o incorrecto, tonto o listo, vago o resolutivo son algunos ejemplos de etiquetas aparentemente inofensivas que acaban dejando una gran huella en tu sistema emocional. 

Hay personas que viven sin ser conscientes del efecto que tienen las etiquetas sobre si mismas, habrá personas que sientan que la influencia de las etiquetas en su vida es cero y habrá otras que sentirán cómo estas simples palabras tienen grandes efectos en sus vidas.

Lo más importante es que te respondas con cuál de ellas te sientes más identificada porque solo desde esa consciencia puede comenzar la liberación de las mismas. 

Identifica y libera

El siguiente paso es ser capaz de identificar las sutilezas escondidas detrás de palabras o frases cotidianas. Una misma etiqueta dicha según en qué contexto puede resonar de forma diferente en tu interior. Piensa en cada palabra como una bomba de energía donde una vez manifestada la influencia de las ondas sobre tu mente y tu cuerpo pueden tener un efecto u otro. 

Te voy a poner un ejemplo. Di en voz alta cada una de las siguientes frases y siente cómo suenan dentro de ti: 

«Esta queso está malo«

«Yo soy malo en lo que hago»

En ambos casos, la etiqueta es la misma: malo pero estoy segura que con la segunda frase algo dentro de ti se ha sentido diferente. 

Libérate: cuando haces clic, todo cambia

Conectando con el poder de las etiquetas, recuerda que no hay nada correcto o incorrecto, las cosas simplemente son.

Desde esta perspectiva, evita darle un significado absoluto a una palabra. Dependerá del contexto en el que encuentres, la frase en la que la hayas usado e incluso cómo te sientas en ese momento. La clave está en hacer un zoom en esa frase o palabra, descubrir cómo te hace sentir o cómo te mueve y desde ahí, siendo totalmente consciente, reinventar la frase sintiéndote mucho mejor.

Ten siempre presente que una vez haces clic, todo cambia. En mi segundo libro Feliz Día Lleno de Colores te muestro cómo practicar el zoom, cómo ampliar ese foco de atención y sobre todo comenzar a vaciar la mochila de todo aquello que te añade peso. Pincha aquí y conoce más sobre este libro.

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