
¿En cuántas ocasiones has iniciado o has querido iniciar un cambio en tu vida y te has quedado a medias? ¿En cuántas de esas ocasiones se quedó en una imagen temporal y tarde o temprano volviste a tu patrón original?
Sea cual sea el ámbito en el que te plantees realizar un cambio: personal, profesional, social o familiar; las claves del éxito son las mismas. Lo único que necesitas es saber en qué punto del proceso te encuentras.
Descubre conmigo tips sencillos para conseguir el éxito en cualquier proceso de cambio que te plantees.
Vamos a ver cada una de estas herramientas con un ejemplo concreto. De esta manera, la identificación con situaciones de tu propio proceso podrá resultarte más sencilla.
¿Cuál es mi objetivo?
En muchas ocasiones, y aunque te pueda resultar extraño, NO SABEMOS HACIA DÓNDE QUEREMOS IR Y NI TAN SIQUIERA LO QUE REALMENTE QUEREMOS.
La definición concreta y clara de tu objetivo es fundamental para establecer un plan de acción. Este objetivo, tiene que tener una serie de características para que la consecución del mismo te aporte bienestar, entusiasmo e ilusión por alcanzarlo.
Ejemplo: Quiero mejorar mi actividad física ya que mi rutina es sedentaria y comienzo a sentir dolores musculares y calambres. Además, cada vez que me miro al espejo, me desagrada lo que veo y estoy convencida que si hiciera más actividad física me sentiría mejor. Con este planteamiento, defino mi objetivo como «REALIZAR MÁS ACTIVIDAD FÍSICA».
¿Qué te parece este objetivo de cambio? Realmente, este objetivo así planteado es un elemento vacío y como tal difícilmente nos ayudará a establecer un plan de acción efectivo. Es muy probable que al cabo de unos días o una semana, desistamos de nuestro plan inicial y volvamos al mismo estado y bucle en el que estábamos.
¿Qué características ha de cumplir el objetivo?
- CONCRETO: cuánto más concreto mejor. La mayoría de las ocasiones somos incapaces de definir de forma clara y concisa nuestro objetivo porque en el fondo, NOS SABEMOS LO QUE QUEREMOS. Así que dedica el tiempo que necesites a definir muy bien tu objetivo ya que te servirá para conectar con tus verdaderas emociones.
- REAL: los deseos impulsivos e incluso lo que nos gustaría que fuese, nos pueden alejar de nuestro objetivo. Es importante que teniendo consciencia de tu realidad, tus necesidades y tus verdaderos deseos, te marques objetivos que puedas alcanzar. Comienza, marcando objetivos a corto plazo ya que su consecución te motivarán para seguir avanzando en tu proceso de cambio.
- TIEMPO: es totalmente necesario, enmarcar en un período de tiempo. Esto no solo te ayudará marcar momentos de revisión sino que te ayudará a mantenerte motivado en el camino.
- MEDIBLE: ¿cómo vas a saber que has conseguido o estás consiguiendo aquello que te has propuesto? Es indispensable contar con una herramienta sencilla para poder valorar el grado de logro de tu proceso de cambio.
Ejemplo: como ves, el primer objetivo definido como «realizar más actividad física» no cumple varios de los puntos anteriores. ¿Cómo lo redefinimos:
- Concreto: Realizar actividad física al menos tres días a la semana
- Real: Partiendo que actualmente son muy sedentaria, si consigo activarme tres días estaré satisfecha
- Tiempo: En un mes, quiero tener la rutina adquirida
- Medible: apuntar en un calendario los días que salgo para así poder saber si estoy realizando y con qué frecuencia mi ejercicio
De esta manera, ahora mi objetivo es «ESTAR REALIZANDO EN UN PLAZO DE UN MES TRES DÍAS A LA SEMANA ACTIVIDAD FÍSICA»
¿Aprecias la diferencia?

¿Cuál es mi punto de partida?
Puede ser que hayas definido correctamente tu objetivo, que estés lleno de energía para comenzar el proceso de cambio e incluso ya hayas comprado elementos motivadores para comenzar a trabajar. Sin embargo, querido amigo, si no sabes CUÁL ES TU PUNTO DE PARTIDA DE NADA TE SIRVE.
Ejemplo: esta persona está tan motivada por comenzar su proceso de cambio que lo primero que ha hecho es ir al gimnasio, coger el plan de clases, hacer su inscripción y volver para casa muy satisfecho porque ya ha dado el primer paso. ERROR.
¿Realmente crees que una persona con una vida sedentaria su primer paso va a ser ir al gimnasio y comenzar a practicar ejercicio físico? Bueno, puede que igual dure una semana con disciplina o incluso dos porque como ha pagado…Sin embargo, esto no es sostenible en el tiempo.
Antes de establecer ninguna acción, PÁRATE, SIÉNTETE, OBSÉRVATE Y TOMA CONSCIENCIA DE CUÁL ES TU REALIDAD. Puede ser que en este trabajo personal descubras aspectos que te desagradan, te causen malestar o que te cuesten reconocer. Pero es la única forma de establecer un plan real de acción para lograr el éxito de tus objetivos.
Ejemplo: aunque a esta persona le encantaría estar ya realizando rutinas en el gimnasio y sentirse eufórica por ello, su realidad es otra. Esta persona se sienta y reflexiona sobre su realidad y rutina y la escribe para tener mayor consciencia. Y esta es su realidad: jornada partida de lunes a viernes, trabajo de oficina sentado la mayor parte de la jornada, ha de ocuparse de las tareas de la casa y cada noche acaba rendido. Con este perfil, la opción de gimnasio puede que no sea la más recomendable. ¿Sientes la importancia de este punto?

¿Qué te aporta valor?
Todo proceso ha de tener una factor emocional que sea el motor del mismo. Está claro que si haces o te planteas hacer algo que no te aporta valor, ¿para qué hacerlo? Es muy importante tomar consciencia de SI UNA ACCIÓN TE AÑADE O TE RESTA.
No me refiero a valorar si algo te supone esfuerzo o no. Puede ser que determinadas acciones cotidianas tan integradas en tu patrón de conducta, no te muevan ni una pestaña, sin embargo, no aporten valor a tu día. ¿Cómo saber entonces si algo me aporta valor?
Es una cuestión muy personal que tiene más de un indicador para ayudarte a detectar qué te aporta. Preguntas sencillas que te pueden ayudar son: «¿qué emoción me genera durante la acción?, ¿cómo me siento una vez realizado?, ¿qué pasaría si no lo hiciera?, ¿podría buscar una alternativa que me aporte mayor bienestar?, ¿es esto lo que quiero?»
Esta serie de preguntas pueden ayudarte a colocar la emoción que sientes y valorar si quieres incorporar una acción a tu rutina. Puedes buscar incorporar cualquier otra pregunta que te ayude a decidir en este proceso. Lo importante es que LAS RESPUESTAS SEAN CLARAS, CONCRETAS, SINCERAS Y OBJETIVAS.
Ejemplo: nuestro protagonista se ha planteado estas preguntas a la hora de decidir si apuntarse al gimnasio y pueden haber pasado estas dos situaciones:
- Cuando estoy en el gimnasio me motivo al ver más gente haciendo lo mismo; cuando acabo me siento súper ligero; si no voy al gimnasio tampoco pasa nada, hasta ahora no he ido; no sé si me aportará mayor bienestar pero también puedo ir a caminar con unos amigos, hago ejercicio y es más barato; me da igual gimnasio o lo que sea, lo que quiero es moverme. En este caso, el gimnasio no aporta valor.
- Cuando estoy en el gimnasio me motivo un montón y además puedo hacer varias cosas; cuando acabo me siento más ligero y con energía; podría hacer otra actividad pero tener un horario, compromiso monetario y ver a más gente me ayuda a seguir realizando ejercicio; puedo hacer actividades que complementen al gimnasio pero necesito la disciplina que este me aporta. En este caso, el gimnasio aporta valor.
Como puedes ver, el valor de algo no está en este hecho en concreto sino en la mirada y actitud que tenemos hacia él. Puede ser incluso que algo te aporte valor en un momento dado y luego puedas prescindir de él. TODO ES PERFECTO, LO IMPORTANTE ES SABER EN QUÉ PUNTO ESTÁS AHORA.

Poco a poco: UNO CADA VEZ
Cuando estableces el plan de acción es importante evitar que la emoción pasional se apodere de ti y quieras hacer mil cosas ya porque como estás súper motivado, seguro lo consigues. ERROR
Marca el ritmo. UNA COSA CADA VEZ, y cuando esta la tengas integrada ve añadiendo otra. De esta manera, aunque puedas pensar que vas más lento, el éxito está asegurado.
Todo proceso de cambio requiere de una reprogramación interna. Todo nuestro organismo ha de comprender y sentir que estamos introduciendo nuevos elementos en nuestra rutina que nos van a aportar valor y que son importantes para sentirnos FELICES. Este proceso de asimilación requiere un tiempo. Permite que cada célula de tu cuerpo ASIMILE y HAGA SUYO todos los efectos del cambio.
REGÁLATE TIEMPO, REGÁLATE AMOR, REGÁLATE COMPRENSIÓN, REGÁLATE VIDA.
Ejemplo: si esta persona sedentaria va a afrontar este proceso de cambio con un plan de acción que le genere más de dos cambios a la vez, es probable que su organismo entre en corto y tarde o temprano acabe como al principio. Un plan de acción para este individuo podría ser el siguiente:
- Cada vez que tenga que coger ascensor, usar escaleras. Puede comenzar solo bajando, luego incorporar una subida y así sucesivamente.
- Cuando lleve cuatro, cinco días con esta rutina integrada, incorporar un ejercicio estático pero de activación corporal en el trabajo. Por ejemplo, cada hora, incorporarse y mantenerse de puntillas sin perder equilibrio por 15 seg, unas tres veces.
- Cuando esto esté integrado, incorporar dar una vuelta a la manzana caminando una vez a la semana.
- Seguir la dinámica incorporando y modificando según las necesidades y evolución del proceso.
Como puedes ver, TODO SE BASA EN UN PROCESO DE INTEGRACIÓN EN EL QUE RESPETAR LOS TIEMPOS Y EL RITMO DE NUESTRO ORGANISMO ES FUNDAMENTAL.

Fluye y DISFRUTA
CALMA LA MENTE Y ACTIVA EL CORAZÓN. Cuando iniciamos cualquier proceso de cambio en el ámbito que sea, podemos llegar a frustarnos si permitimos que los pensamientos se apoderen del proceso. La idea de que las cosas sucedan en tiempo y forma cómo, dónde y cuándo nosotros queremos nos alejan del bienestar.
Si te has planteado algún cambio es porque previamente te has preguntado ¿PARA QUÉ QUIERO ESTO? Si la motivación que hay detrás de esta respuesta es floja, párate y no sigas. La motivación emocional es el combustible para mantener el ÉXITO a cada PASO. Este debe ser de calidad vibracional, en otro caso, nos iremos apagando. Si tu mirada está únicamente en el objetivo marcado, siempre encontrarás un argumento para estar insatisfecho.